miércoles, 25 de febrero de 2009

Del Porno se vive bien


Cuenta Olivier Pavón en La Crónica:

Los vestidos comienzan a caer. Los cuerpos se muestran en el arranque de la 6a Edición de Expo Sexo.

Tami tiene 20 años. Es mexicana. Hace tres años que se dedica a la industria del cine porno. Le gustaría hacer una película con el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, dice. “Es un bizcocho... yo no sería su gaviota, sería su halcón”.

Tami posa para los fotógrafos, sonríe, se levanta el minivestido. Se baja la blusa, de por sí escotada. Enseña su cuerpo. “Estamos acostumbradas, es parte de nuestro trabajo”, platica.Y revela: “Me gusta más actuar con mujeres, acarician mejor, los hombres son muy toscos…” Sostiene que la sociedad mexicana se está abriendo un poco más a este tipo de espectáculos y el cine porno en general. Aunque tiene un problema: “A veces me reconocen en las calles, sobre todo después de acabar con este tipo de ferias”. Todos la quieren tocar. “Es muy estresante”, confiesa.

Fiona es mexicana, pero de madre venezolana. Cuenta con 23 años, 1. 70 de estatura, cabello negro, piel blanca con tatuajes en los brazos: “Todo está permitido en nuestras películas, menos la eyaculación en la vagina”. Le gusta la música metal y Gael García Bernal. No le gustan los políticos: “¡Coño, pero es que están bien feos” dice.

Ha hecho 19 películas en lo que va del año. “Es un proyecto de vida como cualquier otro. Del porno se puede vivir perfectamente”, comenta.La sociedad ha cambiado. “Poco a poco la gente va saliendo de su tabú, le gusta ver más porno, hacer casting”, agrega.

Al igual que Tami, prefiere actuar con mujeres: Son más divertidas.Fiona recuerda sus inicios y los problemas que su trabajo le ocasionó en su familia.

“Al principio mis padres estaban un poquito sacados de onda, ahora me apoyan, mi papá se estresa un poquito, pero ya lo entendió. Hay que enseñar lo que Dios nos dio. Mi mamá es más accesible”, comenta.Como mexicana, dice que en nuestro país hay de todo: recatadas y atrevidas, a las que les gusta hacer y ver pornografía.

La vocación y el gusto“Un día pensé, voy a hacer un casting, lo hice y me gustó. En este medio conoces mucha gente, es muy divertido y es muy bien remunerado. Viajamos por toda la república”.Fiona destaca lo que llama su mejor habilidad en el cine porno: “Soy buena en muchas cosas, pero me destaco en el sexo oral”.

Sus pechos, como ella lo dice, es lo mejor de su cuerpo.Gema también es mexicana. Tiene 25 años. Ella sólo hace video erótico y shows de sexo en las ferias.

No ha hecho película porno. “Si mi marido me deja, lo hago, él es el dueño de la productora, el exhibicionismo es lo mío”.

Gema es madre de gemelas de dos años. “Si ellas quieren ser actrices, las dejaría, eso sí, sexo seguro… con condón”. Dyana Doll y Jenifer Dark, parecen gemelas. Rubias, altas. Los pechos al aire. Se besan y acarician… pero nunca han tenido sexo juntas. Una es estadunidense, la otra eslovaca. Ellas sí prefieren a los hombres.

La piel blanquísima contrasta con la vestimenta negra. Nada a la imaginación.

Diana lleva cinco años en la industria. No sabe cuándo terminará. “Hasta que aguante el cuerpo”, dice Jeniffer.Ambas rechazan haber recurrido a la cirugía plástica. Muestran los pechos, levantan las piernas. Todo es natural…dicen. ¿Los mexicanos?, son calientes y atrevidos, muy atrevidos, platica Diana. Es el comienzo de Expo Sexo en el Palacio de los Deportes.

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