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Escribe Ana Ureña en el ABC que hoy, el fumar no se lleva, y ya nadie tiene tiempo para desayunar. Lo nunca visto antes. Entonces empezamos a ir al trabajo estilo jóvenes profesionales neoyorquinos, con el vaso de café en la mano, y en verano, hasta con un Frappuccino.
Tal es la moda, agrega, que los diseñadores de Dsquared2, Dean y Dan Caten, se han hecho eco del tema y han sacado a sus modelos desfilando con un vaso de café del mismísimo Starbucks en la mano.
Enumera que Reese Witherspoon pide un latte con leche de soja y sirope de almendra en tamaño Grande, Mary Kate Olsen —tanto como su hermana—es fan del latte con leche desnatada en tamaño Venti, el más grande que ofrece la casa, y Katie Holmes no puede vivir sin su café con leche de soja.
Y es que el vaso de café se ha convertido en parte del «look». Cada cafetería tiene su propio logo, plasmado en el vaso, y al igual que una firma de moda, el llevarlo, da cierto estatus, sentencia.
Tal es la moda, agrega, que los diseñadores de Dsquared2, Dean y Dan Caten, se han hecho eco del tema y han sacado a sus modelos desfilando con un vaso de café del mismísimo Starbucks en la mano.
Enumera que Reese Witherspoon pide un latte con leche de soja y sirope de almendra en tamaño Grande, Mary Kate Olsen —tanto como su hermana—es fan del latte con leche desnatada en tamaño Venti, el más grande que ofrece la casa, y Katie Holmes no puede vivir sin su café con leche de soja.
Y es que el vaso de café se ha convertido en parte del «look». Cada cafetería tiene su propio logo, plasmado en el vaso, y al igual que una firma de moda, el llevarlo, da cierto estatus, sentencia.
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