Escribe Santiago González en su blog:
Soraya Arnelas, última representante española en Eurovisión, presentó junto a Boris Izaguirre el acto central del Día del Orgullo Gay. En su intervención, tuvo un momento extraordinario, producido seguramente por la emoción del momento y el deseo de todo artista de ser uno -o una, claro,-con su público. Y el momento llegó. Y dijo:
Me gustaría pedir perdón por ser heterosexual..." La primera objeción que cabría hacer es por qué arrastra su (perversa) inclinación sexual como una condena. La segunda, el porqué del condicional, por qué no dice sencillamente: hoy quiero pediros perdón por ser heterosexual. Al situarlo en el plano del deseo, debería explicar la razón de no hacerlo, citar la causa que se lo impide. Por ejemplo:
Soraya Arnelas, última representante española en Eurovisión, presentó junto a Boris Izaguirre el acto central del Día del Orgullo Gay. En su intervención, tuvo un momento extraordinario, producido seguramente por la emoción del momento y el deseo de todo artista de ser uno -o una, claro,-con su público. Y el momento llegó. Y dijo:
Me gustaría pedir perdón por ser heterosexual, porque hoy me siento más gay que nuncaA pesar de su brevedad, tiene algunas incoherencias muy notables, dice el bloguero. Un suponer:
Me gustaría pedir perdón por ser heterosexual..." La primera objeción que cabría hacer es por qué arrastra su (perversa) inclinación sexual como una condena. La segunda, el porqué del condicional, por qué no dice sencillamente: hoy quiero pediros perdón por ser heterosexual. Al situarlo en el plano del deseo, debería explicar la razón de no hacerlo, citar la causa que se lo impide. Por ejemplo:
Me gustaría pediros perdón por ser heterosexual, pero es que difruto con los tíos más que una tonta con un lápiz.
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